La crisis política de los visigodos.
Gracias
a todo lo relatado en las crónicas de la época podemos conocer lo que aconteció
durante el período de declive visigodo, aunque no sea demasiado.
En el
año 711 entraron los musulmanes en Spania y en menos de 8 años ocuparon casi
todo el solar peninsular poniéndolo bajo tutela del califa omeya de Damasco.
Los contemporáneos se hicieron eco de este suceso, y ello es visible en la
«Crónica Pacense» o «Continuatio Hispana» de 714, escrita probablemente por un
clérigo de Toledo. Para su autor la ruina del reino visigodo constituyó la
mayor catástrofe de la historia de la humanidad.
Ya
desde comienzos de la historiografía del reino asturleonés, se fue formando una
explicación del suceso de 711. En las confecciones de estos autores se observa
claramente la idea de “providencialismo”, es decir, que se debía a la Divina
Providencia y que a cada catástrofe correspondía un Juicio de Dios.
La
«Crónica Mozárabe» de 754 es la más reciente a los hechos. El autor se lamenta
amargamente de la "pérdida de Spania" a manos de los invasores
árabes, pero silencia los hechos de la resistencia astur.
Así,
para la «Crónica Rotense» (San Pedro de Roda), la ruina se debió a un juicio de
Dios
por razón de los pecados de Witiza y los obispos, así como a la traición de los
hijos del primero.
Para
el autor de la «Crónica Profética» de 883, también se debió a un juicio de
Dios.
Esta
idea se mantuvo en la historiografía posterior, como en la «Crónica Silense»
del siglo XII y la «Crónica de Jiménez de Rada» del siglo XIII.
Desde el punto de vista árabe tenemos las
Crónicas de los tres hermanos Ar-razi, y las de Ibn Hayyán. No obstante,
cualquier crónica no relata la verdad absoluta, ya que en todas se acaba
mintiendo por interés, o equivocándose por ignorancia.
En los
siglos XVII-XVIII, coincidiendo con las nuevas corrientes de pensamiento, hay
un interés por ofrecer fuentes más depuradas, si bien no será hasta el siglo
XIX cuando la crítica histórica presente hipótesis ciertamente razonadas.
▪ Félix Dahn:
Así, en 1870 el alemán Felix Dahn era de la opinión que la crisis
del reino godo no se debió a la invasión musulmana, sino antes bien a su propia
descomposición interna, y daba como causas:
La desaparición de los pequeños
propietarios.
El partidismo de la nobleza.
La lucha entre Iglesia y
Estado.
▪ Simonet:
A partir de ese instante, los historiadores comenzaron a observar
en los factores internos las verdaderas causas de la desaparición del estado
godo de Hispania. Para el francés Simonet, las cuestiones endógenas fueron:
El
no lograr una verdadera fusión de razas, con minorías rebeldes.
La profunda
desigualdad social.
La debilidad de la monarquía respecto de la nobleza.
La corrupción administrativa y política.
▪ C. Sánchez Albornoz:
Para C. Sánchez Albornoz,
la pérdida de Spania se debió a:
La lucha secular entre monarquía y nobleza, hecho
que facilitó la extensión de los lazos de dependencia.
La disminución de los hombres libres.
El aumento de poder de la nobleza.
La corrupción de la administración pública.
La intromisión de la Iglesia en asuntos políticos.
La protofeudalización del ejército.
La formación de clientelas. La falta de
fervor religioso.
▪García de Cortázar:
García de Cortázar es de una opinión parecida. A su juicio, en los
momentos previos a la invasión, el reino estaba en crisis y en trance de
desaparición como entidad política. Él cree que se conjugaban varios factores:
Causas económicas (como malas cosechas, hambruna y
pestes).
Causas sociales (como minoría de ricos y mayoría de
pobres, daría lugar a sublevaciones).
Causas políticas (como la lucha de los linajes por
el poder).
Crisis institucional de la monarquía (los
propietarios libres pasaban a ser dependientes de los magnates y latifundistas,
mientras que la monarquía quería realmente una centralización)
Factores
políticos, rebeliones u conjuras.
El
triunfo de las aristocracias con la degradación del poder público hace que se confundan
la propiedad con la autoridad, situación que permitió a los altos funcionarios
convertirse en propietarios de los territorios que administraban.
En los
últimos 15 años del reino visigodo la mayoría de la sociedad está marginada de
poder decidir y contemplan con pasividad e indiferencia las peleas de los
nobles. Debido a ello el espacio político se fragmenta en pequeñas células que
sólo miran por sus interese propios y más inmediatos. A la muerte de Witiza en
710 se recrudeció la lucha por el poder entre dos facciones nobiliarias
rivales, las familias de Chindasvinto y de Wamba. La nobleza, finalmente,
entronizó a Rodrigo (perteneciente al primero de los bandos) con ayuda de la
Iglesia en el Concilio de Toledo. Sin embargo, los descendientes de Witiza
proclamaron rey a su hijo Agila II, que había sido asociado al trono por su
padre. En esta situación de auténtica guerra civil, se produjo la intervención
en Spania de los musulmanes.
Las
funciones militares, fiscales, públicas y privadas se unen en la persona de los
grandes propietarios. Disminuye la hacienda pública. Y por último en el XIII
Concilio de Toledo
se aprueba la protección de los grupos nobiliares, evitando que siervos y
libertos fueran ascendidos a tal categoría por sus servicios, los nobles que
fueron perseguidos durante el reinado de Wamba fueron indemnizados y garantía a
los nobles de que serán juzgados por un tribunal de sus iguales. Además,
Ervigio revisó el Liber Iudiciorum y cambió su sentido.
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